Un día lluvioso acompaña mi caminar, en tanto las nubes se cierran a mí andar. Parece de esos días hechos para que todo marchase mal, llegando a mi colegio emprendo rumbo hacia la sala de clases. Ya atrasado subo las escaleras mientras me acerco a la sala, abro la puerta y sobre mí se centran un mar de miradas extrañadas por aquel joven irresponsable que atrasado cruza por la puerta, en tanto a mi mente vienen una serie de preguntas:
¿Por qué estoy aquí y no allá? si estuviera allá podría hacer las cosas que acá no hago por lo tanto estar acá no me permite hacer las cosas que quiero hacer pero no puedo estar en dos lugares a la vez pero mi mente no se limita a un espacio entonces de cierta forma igual estoy allá ¿adonde? no lo sé pero no quiero estar acá si esto es aburrido ¿pero como es allá? y ¿cómo lo voy a saber? si allá no estoy pero anhelo estarlo pero al pensar cada vez más me alejo de acá y me acerco allá y eso es bueno ya que acá el encierro me consume en cambio allá es mejor ya que allá quiero estar ¿pero donde estoy? estoy en clases un lugar en donde no quiero estar pero donde dejare de estar.